Voces invisibles gitanas
“Se puede ser mujer, se puede ser gitana, se puede ser muchas cosas a la vez sin tener que renunciar a nada”
Laura Ramón Andréu
24 octubre 2019
El viernes pasado, 18 de octubre, tuvo lugar en el Centro Social de la Universidad de Murcia un seminario cuyo
mero nombre ya hizo a los asistentes abrir los ojos y comenzar a plantearse una
serie de costumbres, tradiciones o sapiencia popular.
“Voces invisibles gitanas”, (así
se le tituló a esta charla) forma parte del programa Igualdad de género,
elaborado por la Universidad de Murcia bajo el proyecto ODSesiones, que
expone distintos objetivos de desarrollo sostenible. Los diferentes eventos
de esta plataforma están realizándose durante todo el mes de octubre en las
facultades de Comunicación y Documentación, Trabajo Social y Derecho. Todos los
actos están orientados a la no discriminación, al impulso de las mujeres en el
ámbito social y laboral, etc. Sin embargo, la puesta en escena del seminario
protagonista que vamos a contemplar se centró en “La mujer gitana”.
La conferencia fue tratada por
cuatro representantes de la Fundación Secretariado Gitano. Sara, Lorena, Isabel
y Nerea son los nombres de las voces femeninas que nos guiaron en este
camino de la discriminación interseccional.
El ámbito del empleo, y la
dificultad de las mujeres gitanas a la hora de encontrar trabajo, estuvo muy
recalcado. El perfil de la mujer gitana en extrema vulnerabilidad no cuenta
solo con una discriminación étnica intensa con la que conviven todos los días,
sino también educativa, ya que posiblemente sus estudios sean mínimos. Esta
falta de conocimiento académico tampoco halla su solución en la formación ocupacional, ya que
esta no tiene en cuenta las espicifidades de cada mujer, como el cuidado de los
niños. Esta situación añadida al hecho de que lo más probable es que la mujer
que desee estudiar encuentre pocas referentes en su círculo más próximo,
ocasiona que “los derechos de esas mujeres se queden por los suelos”, según
Sara, una de las ponentes.
Se ha remarcado también el enfoque
de derechos. Es decir, la discriminación interseccional que hemos nombrado
anteriormente. Este término hace alusión a una interacción entre factores
exclusógenos. Hablamos por tanto de una doble discriminación hacia la mujer
gitana. Primeramente, por su posición como mujer en esta sociedad patriarcal y
machista. En segundo lugar, por su pertenencia a una minoría étnica
estigmatizada.
Llegados al punto medio de la
reunión, Lorena Díaz ha querido mostrar varios ejemplos de mujeres gitanas referentes
para su comunidad. Entre ellas podemos destacar a Soraya Post, Sara Giménez,
Beatriz Carrillo, Sofía Kovalevskaya (primera mujer gitana en ir a la
universidad), Blanca Romero Romero, Teresa Peña Fernández y Lita Cabellut.
Por último, se ha tratado el tema de
la imagen de la mujer gitana en los medios de comunicación. El término más
sonado en este punto de la conferencia ha sido “estereotipo”. Como nos ha
explicado Nerea Rodríguez, los estereotipos hacia su etnia impiden un
conocimiento real de la diversidad de los gitanos y gitanas, y dificultan el
acceso a los derechos fundamentales.
Se ha abordado la realidad latente
de que los medios de comunicación tienen un impacto de la construcción del
imaginario social sobre la comunidad gitana. Mencionando programas como Palabra
de gitano o Gypsy Kings, el sensacionalismo mediático se ha dejado
caer por su propio peso.
Las oradoras han querido dejar claro
al público de mujeres y hombres gitanos que habían asistido que hay que hacer
frente a estas discriminaciones y no asumirlas. La sesión la han cerrado Isabel
y Nerea, mientras sus voces tenían una petición: “Hay que luchar, porque
duele”.
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