Las concentraciones contra la sentencia de La Manada de Manresa suman ya más de 40 ciudades


El fallo judicial, que condena a cinco de los seis acusados a un delito de abusos y no de agresión sexual, ha generado reacciones tanto en colectivos y asociaciones feministas como de sectores políticos y de la judicatura

Laura Ramón Andréu 
03 noviembre 2019 

Según la sentencia dictada este jueves, no hubo agresión sexual porque la víctima estaba inconsciente. La Audiencia de Barcelona considera que debido a la situación en la que se encontraba “había bebido y se había fumado un porro”, sus atacantes no ejercieron intimidación ni violencia física, por lo que se estaría hablando de un caso de abuso. Sin embargo, el Convenio de Estambul pone énfasis en el consentimiento: si no hay permiso, hay “violencia sexual”, sin diferenciar abuso o agresión. 


La respuesta de la población está siendo clara: es de necesidad inminente un cambio en el Código Penal. La modificación de delitos sexuales en el Código Penal, anunciada tras la polémica de La Manada de sanfermines, se pausó debido al bloque político actual que está viviendo nuestro país, que conllevó la falta de actividad parlamentaria. La propuesta de la Comisión General de Codificación, que nunca llegó al Parlamento, consistía en la eliminación de la figura del “abuso” y pasaba a considerar violación toda agresión sexual con penetración sin consentimiento. A día de hoy, el Código Penal sostiene que una violación es toda agresión sexual con penetración que se produzca con violencia o intimidación, hechos que no ocurren en el abuso. El principal matiz es que mientras los abusos sexuales están penados con entre uno y tres años de cárcel, y si hay penetración entre cuatro y diez años, la agresión sexual se castiga con penas de uno a cinco años, y si hay penetración es de seis a doce años, quince si se trata de actos grupales. 

La negativa de las multitudes ante este fallo judicial ha derivado en concentraciones y manifestaciones feministas en toda España, siendo ya más de 40 ciudades las que tienen programado salir mañana lunes 4 de noviembre a la calle. #BastaYaDeJusticiaPatriarcal es el hashtag utilizado en esta ocasión para organizar estos actos, que llevan por lema: “No es abuso, es violación”. Mañana volveremos a ver carteles, tweets y fotos al mismo tiempo que escucharemos gritos con este mensaje que tanto se ha metido en nuestras mentes desde hace dos años.  

¿Qué es exactamente lo que piden las concentraciones contra el fallo judicial de La Manada?  
La modificación urgente del Código Penal. 

La aplicación del artículo 35 del Convenio de Estambul, “porque sin consentimiento explícito lo demás es violación”. 

Que las mujeres que logran acceder con pruebas a un juzgado no queden expuestas a interpretaciones anti-igualitarias del derecho a la libertad sexual, que no sufran una re-victimización o violencia institucional. 

El cumplimiento de los compromisos internacionales suscritos por España como el Convenio de Estambul o las resoluciones del Comité CEDAW de Naciones Unidas. 

Educación afectivo sexual con valores de igualdad y de placer mutuo, “que contrarreste una industria de la pornografía que trivializa la violencia hacia las mujeres”. 

Una justicia con perspectiva de género, que emane del pueblo, de una sociedad compuesta a partes iguales por hombres y mujeres iguales en derechos y expectativas vitales. 




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