Mutilación Genital Femenina: un problema a escala global

Un rito de transición a la vida adulta y un prerrequisito matrimonial en algunas culturas como sinónimos de violación de los Derechos Humanos 

Laura Ramón Andréu

06 febrero 2020 

Clitoridectomía, escisión, infibulación. Aunque para muchos estas palabras sean solo tres términos más de la lengua castellana, la realidad es que tras ellas se esconde una práctica generalizada en varios países que atenta contra los derechos y la voluntad de las mujeres; ya que se atribuyen a tres tipos de mutilación genital femenina (MGF). 

Según datos de la ONU, una de cada 20 mujeres ha sido sometida por motivos no médicos a algún tipo de corte, mutilación o eliminación de la parte externa de sus órganos sexuales. A día de hoy más de 200 millones de mujeres en todo el mundo han sufrido la mutilación genital. Se estima que cada año alrededor de tres millones de niñas se encuentran en situación de riesgo. 

Este acto de violencia sexual (que con frecuencia consiste en la extirpación de los labios vaginales y el clítoris) es un gran problema mundial porque, si bien es ilegal en muchos Estados, se sigue realizando en un mínimo de 30 países ubicados en África, Oriente Medio y Asia. Más del 90 por ciento de las mujeres y niñas han sufrido la ablación genital entre el período de lactancia y los 15 años en naciones como Somalia (98%), Guinea (97%), Djibouti (93%) y Egipto (93%). Si la tendencia actual continúa, se calcula que para 2030 cerca de 86 millones de niñas en todo el mundo sufrirá algún tipo de mutilación genital. 

Esta praxis, aparte de no poseer ningún beneficio para la salud de las mujeres y niñas, puede producir problemas médicos instantáneos como hemorragias graves, infecciones como el tétanos o la muerte; la víctima también puede desarrollar más adelante quistes, complicaciones en el parto, aumento del riesgo de muerte del recién nacido e incremento del peligro por transmisión del VIH. Además, aparece un daño psicológico en estas mujeres que perjudica las relaciones de pareja y la percepción de ellas mismas. 

A pesar de todo, la MGF es una costumbre que, aunque se realice contra voluntad y se use la fuerza, se desarrolla en muchas culturas porque está ligada a una aceptación dentro del entorno social de la persona, posibilita una mayor facilidad de casamiento y un aumento del placer masculino. Este contexto general deriva en que las mujeres que no sean sometidas a esta práctica sean tachadas de poco saludables, impuras y sin valor. 

Con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina son varias las organizaciones y asociaciones que instan a luchar por los derechos humanos de las mujeres y niñas en todo el mundo y, así, tomar medidas y políticas directas que pongan fin a estos actos que atentan contra la salud física y psíquica de las afectadas.  

¿Qué es la mutilación genital femenina? - Hayat Traspas